miércoles, 30 de octubre de 2013

Herramientas del Arqueólogo- Cartografía antigua

Sin duda, una de las herramientas más útiles para un arqueólogo es un mapa o plano antiguo, sobretodo si éste es fiel a la realidad.

En la web del Ayuntamiento de Toledo podemos acceder a los distintos planos de la ciudad que se han realizado desde el siglo XVII, cuando El Greco detalla el primero de ellos. Desde el siguiente enlace se puede acceder a todos ellos Planos Archivo Municipal


Plano de El Greco (Siglo XVII)

No todos los planos son exactos, ni respondían a ése propósito, pero en todo caso, podemos extraer datos de gran ayuda. Podemos ver cómo han evolucionado calles, manzanas, edificios, barrios, etc. a lo largo del tiempo, incluso pudiendo servir para datar algunas construcciones. 

Por poner algunos ejemplos:

- Vemos cómo evolucionaron los barrios exteriores a la muralla: Covachuelas, San Antón, San Eugenio...
- Podemos datar la construcción de edificios: por ejemplo, la Plaza de Toros se construyó al menos entre 1858 (no aparece en el Plano de Coello e Hijón) y 1879, donde ya aparece situada.
- Podemos documentar edificios y estructuras ya desaparecidas: el convento de Capuchinos al sur del Alcázar, las ruinas romanas adosadas al norte del Circo Romano (estarían sonde actualmente está el Colegio de Carmelitas), las obras de irrigación de Safont para Vega Baja o la Iglesia de San Ginés (donde se localizan las Cuevas de Hércules)

Plano de Coello e Hijón de 1858


También desde la web del ayuntamiento accedemos a los grabados de la ciudad, a los que podéis acceder desde éste enlace Grabados Archivo Municipal

Toledo en el siglo XVI


Los grabados nos proporcionan una imagen más vívida de cómo era la ciudad, de algunos de sus rincones y de sus costumbres. Y también podemos ver cómo eran algunos edificios y elementos que ya no se conservan, como por ejemplo el Artificio de Juanelo, y datar su construcción o desaparición.

Artificio de Juanelo, ya arruinado en el siglo XIX.


Recomendamos el visitar todos estos planos y grabados, en los que siempre se descubren nuevos elementos que ayudan a comprender la evolución de la ciudad, sobretodo desde el siglo XVIII.

¿Alguien sabría decir dónde está la Explanada de Marichal? ¿Y el Molino de la Cruz?¿Y el Portazgo de San Roque?¿Cómo era el patio de la Posada de la Sangre?

lunes, 28 de octubre de 2013

Monasterio de Santo Domingo de Silos "El Antiguo"

Parte del monasterio conocido como Santo Domingo el Antiguo, cuya fundación se cree que se produjo en el año 1085, era en origen un palacio construido por el infante Don Manuel a finales del s. XIII y separado de él por una pequeña calleja. Su hijo, Don Juan Manuel, dona estas dependencias al convento y, probablemente, la calle se incorpora al convento a finales del s. XIV o principios del XV, convirtiéndose primero en cobertizo y posteriormente cerrándola por completo.

La fachada del antiguo palacio que don Manuel construye para su hijo don Juan Manuel se encontraba enfoscada hasta el año 2012.
Estado inicial de la fachada

Localización de la fachada y de la calle en el Plano de Ibáñez Ibero (siglo XIX)

Al retirar los enfoscados modernos aparece un arco de herradura apuntado afectado por la apertura de una ventana moderna que formaría parte, originalmente, de una doble arquería de herradura. 

Arco de herradura localizado

Situación en la fachada (estado actual)

Tanto las fuentes históricas como los datos arqueológicos nos dicen que, probablemente, ésta sea una de las fachadas mudéjares más antiguas conservadas en la ciudad. La fachada de Pedro I el Cruel (actual Escuela de Traductores) sigue las líneas generales de la que se ha documentado aquí. La sencillez de ambas contrasta, por ejemplo, con la recientemente descubierta en Madre de Dios fechada ya en el siglo XV.
Además de este arco aparece, formando parte de la fábrica del muro, un fragmento de  cancel visigodo reutilizado como mampuesto en la fachada.

Fragmento de cancel Visigodo
Cancel visigodo

Estos canceles eran usados normalmente para acotar espacios dentro de los templos. Decorada en el centro con una cruz patada de triple reborde con brazos de base recta y disco central inscrita en tondo sogueado y con una flor acorazonada en las esquinas. En la parte inferior está decorada con motivos vegetales.
Son numerosos los restos conservados y relieves con temas simbólicos de las iglesias visigodas, como canceles, pilastras, impostas… que después de amortizados los edificios para los que fueron concebidos se reutilizan en construcciones más modernas. Ejemplos de ello los encontramos en la ciudad en un gran número de viviendas o edificios religiosos y casi siempre con la intención de darle un toque decorativo a las fachadas. Recordemos, entre otros, la fachada de las conocidas “cuevas de Hércules” en el callejón de San Gines, la torre de El Salvador o la vivienda, rehabilitada no hace muchos años, ubicada en el corredorcillo de San Bartolomé.



jueves, 24 de octubre de 2013

El Oro de los Visigodos

El amplio espacio de la Vega Baja atesora un rico patrimonio arqueológico conocido desde antiguo, y puesto al descubierto desde el año 2001, gracias al inicio de las excavaciones arqueológicas que en su día fueron impulsadas por el proyecto de urbanización del espacio comprendido entre la Fábrica de Armas y el barrio de Santa Teresa. 

Durante la intervención arqueológica que realizamos en el año 2006, se produjo el hallazgo de un conjunto de 30 monedas de oro (denominadas tremises) que reflejan el sistema monetario que circulaba en Toleto a principios del reinado de Chindasvinto (siglo VII)

Tesorillo localizado en el proceso de excavación

Los reyes representados (Sisebuto (1), Suinthila (9), Sisenando (12) y Chintila (8)) confirman la extendida teoría de que las monedas de diferentes reyes se van sumando y se siguen utilizando hasta que las más viejas desaparecen por deterioro o por orden real. En este caso los 27 años de reinado que suman los cuatro monarcas (desde el año 612 al 639)  nos da una idea de la posible duración de las emisiones visigodas. Sin duda, la moneda de Sisebuto debe ser considerada como residual.







 Moneda de Sisebuto (muerto en 621)



Detalle de la moneda de Sisebuto



Moneda de Leovigildo (muerto en el 586). Anverso y Reverso

La fecha del ocultamiento debe situarse entre los reinados de Chintila, Tulga y Chindasvinto. El último rey representado es Chintila, pero el corto reinado de Tulga (sólo tres años) puede ser el motivo por el que no hay monedas suyas en el ocultamiento. Finalmente las circunstancias políticas que se vivieron desde el principio del reinado de Chindasvinto nos hacen decantarnos por este momento como explicación del ocultamiento. Este monarca llegó al poder a muy avanzada edad, tras una conjura que acabó con el reinado del joven rey Tulga. Durante gran parte de su vida estuvo muy ligado a la corte, donde fue duque y participó en los principales acontecimientos políticos nada menos que desde tiempos de Leovigildo. Su dilatada experiencia en intrigas le llevó a abordar su reinado sobre la base de la represión, de tal modo que la mayor parte de las fuentes clásicas mencionan las fuertes depuraciones que sufrió la nobleza goda bajo su férrea mano. Se habla de la muerte de 200 primates y 500 mediocres, el destierro de otros tantos y la enajenación de sus bienes a favor de los partidarios del rey. Se calcula que al menos la mitad de la nobleza palatina desapareció. La promulgación de leyes contra la traición, los desertores y los conspiradores, nos hablan de unos tiempos convulsos en los que parte de la nobleza tuvo que huir del reino. En este contexto puede explicarse el ocultamiento de este tesoro, y tal vez la destrucción de la vivienda en la que se halló.

Así pues, las características del tesoro nos pueden hablar de un propietario dedicado al comercio, lo que daría sentido a la variedad de cecas representadas, que pudo verse obligado a abandonar la ciudad precipitadamente como consecuencia de la deposición de Tulga y de la consiguiente política represora de Chidasvinto. La capital toledana se nos revela como un foco comercial muy relacionado con la Bética y la Lusitania.
En primer lugar habría que especificar que el patrón oro sigue siendo el metal relevante, estable y base de las acuñaciones visigodas. Se basa en la libra romana que se subdividía en 12 onzas o 72 sólidos aureus. Cada sólido aureus se subdividía en tres tremises. Pero ¿cuál sería el valor real de este tipo de monedas? o para entenderlo mucho mejor, ¿qué se podía comprar con ellas?

Para poder contestar a este tipo de cuestiones el estudio de la legislación visigoda es fundamental. Así sabemos que el robo de un burro o un buey se castigaba con un sólido y el de una vaca con dos tremises o un solo tremis en caso de que fuese un ternero. El trabajo de un obrero durante un año costaba  tres sólidos y la educación de un niño menor de diez años dos sólidos al año. La operación de cataratas costaba cinco sólidos, lo que nos habla del alto estatus de los médicos. Estos ejemplos nos ilustran sobre el alto valor que tendrían los tremises en esta época y, en consecuencia, la importancia del tesorillo localizado en el yacimiento de Vega Baja.


Algunos apuntes sobre la moneda Visigoda
La mayoría de los investigadores coinciden en pensar que esta moneda no tuvo que circular de manera habitual entre la población por lo que nos planteamos entonces el siguiente interrogante ¿para qué servían?. Aunque son muchas las teorias la gran mayoría de los autores coinciden en otorgarle preeminencia del valor político sobre el económico. Así, según De Franciso y Vico, Leovigildo inicia un proceso buscando ver reconocida su autoridad frente a Roma. Comienza primero acuñando monedas similares a las romanas pero sigue con otras en las que sigue apareciendo el nombre del emperador de Bizancio en el anverso aunque en el reverso aparece el nombre de Leovigildo. Después de esta emisión “de prueba” acuña una nueva moneda en la que las leyendas son ilegibles y que estos autores consideran que no son fruto de la torpeza de los orfebres sino de una orden directa del monarca para ver la acogida de esta nueva moneda en el mercado. Por último, acaba acuñando monedas que nada tienen que ver con las clásicas romanas sino con el reino visigodo resultado de un gran programa político para conseguir la independencia total del poder imperial bizantino. La moneda sería entonces un instrumento propagandístico poderoso.
Por otro lado, llama la atención la ausencia de textos acerca de la fabricación de moneda en contraste con la abundancia de leyes que castigan su falsificación. Como suele suceder, la abundancia de leyes contra un delito da fe de la frecuencia con que se comete el mismo. Las falsificaciones fueron habituales y se encontraba diferenciado el delito de la falsificación del de la acuñación ilegal.

Recreación del proceso de acuñación de moneda

El oro se fundiría con plata, en mayor o menor proporción y en pequeñas porciones de cobre con el fin de conseguir la aleación deseada. El metal pasaba del crisol (recipiente preparado para contener este metal líquido) a un molde en el que se daba forma a los cospeles (disco de metal preparado para acuñar una moneda). Una vez enfriados, desmoldados y comprobado su peso se colocaban entre dos cuños: uno de ellos fijo en el yunque y el otro móvil. El monedero aplicaba un golpe seco con un martillo dejando acuñada la moneda.
La elaboración de los cuños era muy delicada y artesanal por lo que es prácticamente imposible que se fabricasen dos idénticos. Es por ello, que la comparación de monedas batidas bajo el reinado de un mismo monarca y en una misma ceca, ofrecen normalmente diferencias debidas al carácter artesanal del trabajo de los cuños.
Para comprobar los pesos de las acuñaciones existían unas pequeñas piezas metálicas elaboradas en bronce y conocidas como “ponderales”. Aquí tenemos un ejemplo que apareció en el yacimiento de la Vega Baja durante las excavaciones gestionadas por la empresa Toletum Visigodo.
Estos patrones ponderales, en época imperial romana, tenían la función de controlar las demás pesas. En estas piezas se muestran inscripciones con su valor, normalmente incrustadas en plata. Son siglas que están formadas por dos letras siendo la primera la abreviatura del valor o el nombre de la unidad monetaria a que se refiere, que puede ser la libra, la onza o el sólido; y la segunda el numeral o peso de la pieza. 


Ponderales documentados en Vega Baja

sábado, 12 de octubre de 2013

Una vivienda Islámica en la Plaza de los Buzones

Durante la intervención arqueológica que se llevó a cabo en el inmueble de la Plaza de los Buzones nº 8 se pudo documentar, en la medianería con el inmueble contiguo, un arco de herradura realizado en ladrillo, que en se correspondía con el acceso a una casa de época islámica que podemos fechar en época Califal (entre los siglos IX y X de nuestra era).

Arco islámico, detalle



Arco islámico y muro

Aunque ahora lo vemos en el interior de una vivienda, éste espacio fue en su día una calle o un posible adarve (callejón) público.

Recreación del espacio original de la vivienda islámica en el siglo X

Será en época Mudéjar, entre los siglos XIII y XIV, cuando esa vía pública se privatice para levantar un inmueble con dos crujías (cada espacio alargado del inmueble alrededor de un patio se denomina crujía) y patio central. En éste momento, el dueño del anterior inmueble cegaría el arco, tal y como se ha conservado hasta hoy.

Recreación de la evolución del espacio islámico en época Mudéjar (siglos XIII-XIV)

No hay muchos arcos (en éste caso se conserva también todo el salón islámico) como éste en Toledo, de la misma cronología. De hecho, los ejemplos más parecidos estarían en los inmuebles de San Miguel nº 3, San Lorenzo nº 3 o la Mezquita de Bab-Al Mardum o Cristo de la Luz.

Fachada norte del Cristo de la Luz y arcos de herradura de la misma cronología
(foto de Turismo CLM)

Debemos decir, que en la excavación arqueológica que se llevó a cabo en distintas partes del inmueble, se recogieron elementos de la Edad del Bronce (concretamente del Bronce Final- entre los siglos XIII-IX a.C.) y de época Romana y Visigoda (siglos IV-VI d.C.)




miércoles, 9 de octubre de 2013

San Clemente, un convento fundado en unas casas

Quien hoy entre desde la Plaza de Padilla en la tienda que el Convento de San Clemente ha abierto para vender mazapán y otros productos, no estará entrando sólo en un convento, si no en una vivienda del siglo XII.

Este espacio, conocido hasta hoy como Salón Cervatos, por creerse que pertenecía a ésta familia toledana, fue rehabilitado entre 2007 y 2008 por el Consorcio de Toledo, y durante los trabajos arqueológicos se pudo documentar cómo se habían conservado numerosos elementos de la vivienda original.

Situación del convento en la ciudad, y del Salón Cervatos.

La vivienda que se situaba aquí, tenía al menos dos crujías (crujía- espacio rectangular que se sitúa a cada lado de un patio), con un patio, hoy conservado en parte, y evolucionó hasta el siglo XV con distintas modificaciones, si bien es posible que perteneciera al convento desde el siglo XIII.

Plano en el que se muestra la evolución de éste espacio en distintos momentos cronológicos

De la vivienda original documentamos sus muros y las zapatas de madera que sostenían los soportales, y que son la imagen superior de nuestro blog.

La vivienda sufrió una gran reforma entre los siglos XIV y XV, posiblemente porque se adaptó para la estancia de las hijas de los nobles que entraban al convento. De ésta época pudimos documentar los siguientes elementos:


Alfarje (forjado de madera liso, normalmente con decoración), con decoración polícroma que muestra escudos de distintas familias nobiliarias

Yesería del antiguo acceso original al patio de la vivienda (hoy está entre la planta baja y primera)

Yesería con inscripción en latín de un vano que daba al exterior, a la actual Plaza de Padilla

Ventanas e inscripción con el escudo de la familia Cervatos, reforma del siglo XIV, en el que se abren éstos vanos a un posible adarve (callejón) de acceso al patio de la vivienda.



Antes de que fuera un conjunto conventual, la manzana que hoy ocupa el convento de San Clemente estuvo ocupada por distintas viviendas y corrales en la Edad Media. De hecho, el convento original se localizaba al exterior de la ciudad, pero será a partir de 1202 cuando las monjas cistercienses entren a fundar un nuevo convento en el interior de la zona amurallada, lo que hicieron en unas viviendas.

Este convento femenino fue el uno de los más poderosos y ricos de la ciudad hasta el siglo XIX, y su actual planta (aunque era más grande!) se formó a base de ir adquiriendo las viviendas, calles, adarves y corrales colindantes, que fueron incorporados y adaptados al convento y sus necesidades.

Para quien quiera conocer mejor la evolución de éste convento, puede consultar ésta publicación San Clemente

Muchos de los conventos de Toledo se formaron de igual manera, y hoy en día podemos recuperar todavía elementos y trazas de las antiguas viviendas medievales que quedaron conservadas en ellos, como son los casos de Santo Domingo el Real, Santa Isabel, etc.

martes, 8 de octubre de 2013

Herramientas del Arqueólogo- I Escalas

Por entregas, iremos presentando algunas de las herramientas más comunes en nuestro trabajo, cómo las usamos y porqué.

La primera es una de las más comentadas cuando llegamos a cualquier obra o proyecto. El jalón o escala que empleamos en las fotos.

Los hay de distintos tipos: el más habitual es el jalón metálico, un tubo de un metro de largo (aunque los hay de menor tamaño), que presenta secciones blancas y rojas alternativamente de 10 centímetros cada una (algunos solo dos secciones de 50 cms.)

Tumba de la excavación de la necrópolis medieval de Toledo, en Calle Gral. Villalba 20-22

También está el metro de topógrafo, de madera y plegable (más cómodo de transportar ya que cabe en una mochila), de dos metros de largo, que además sirve para realizar trabajos topográficos. En éste caso se alternan cuadrados de color (negros o rojos) con espacios en blanco, de 1 centímetro cada uno. Cada decena se marca con un número en grande (01, 02..etc. hasta el metro, y 11,12..etc. hasta los dos metros). Tiene la pega de que se ve peor en las fotos y, al ser flexible, a veces se comba y no se adapta bien.

Metro de topógrafo. Muro medieval en Calle San Miguel, 13

Metro de topógrafo (derecha), y norte con escala en centímetros y decímetro. Pequeño sondeo en el antiguo Hospital de San Ildefonso

Para los materiales se emplean también distintas escalas, normalmente en centímetros e incluso con mayor detalle, e incluso fondos con cuadrículas en centímetros.

Cuenco del siglo XVIII

Materiales Modernos (siglos XVII-XVIII)


Distintas formas de fotografiar materiales con escalas y fondos cuadriculados

Y ¿por qué empleamos estas escalas en las fotos? Los arqueólogos tenemos la obligación de documentar durante nuestro trabajo, tanto las estructuras, solados, materiales, etc., tanto lo que hay al inicio como todo lo que pueda aparecer posteriormente, tanto con fotos como con planos.

Nuestros informes deben dar fe de lo que había y lo que ha ido apareciendo, y para que no haya duda ni contradicción entre lo que se escribe y las fotos que se adjuntan, las mismas llevan esas escalas.

También, por si alguien en un futuro estudia cualquier informe buscando piezas o estructuras similares de las que no tenga paralelo, tenga una referencia de lo que medía lo que hay en la fotografía.

Dependiendo de qué es lo más importante que se refleje en la fotografía, el jalón se dispondrá de una forma u otra. En el ejemplo de la tumba anterior, nos interesa mostrar una referencia del largo y ancho de la tumba. Sin embargo, en el caso del muro y el sondeo, lo importante es la altura. En todo caso, se pueden combinar según se necesite!

En el fondo, no dejan de ser como las fotos de la escena de un crimen, en las que el departamento de criminalística también incluye sus propias escalas..









lunes, 7 de octubre de 2013

¿Cómo nos ven fuera?

Mejor o peor, todos conocemos algo de Toledo. Sin embargo, alguna vez hemos pensado ¿cómo nos ven desde fuera? ¿Qué se muestra de Toledo en los documentales que realizan las televisiones extranjeras?

No todo en éste blog van a ser piezas arqueológicas, artesonados o excavaciones. Hacemos un poco de arqueología audiovisual y traemos varios documentales de Toledo, hechos en distintos países (en sus respectivos idiomas!). Curiosas aproximaciones a nuestra ciudad:

- Japón (Carlos Barrio): Os presentamos un documental realizado  por la NHK  (la televisión pública japonesa) sobre Toledo, su patrimonio y sus gentes, muy interesante porque está dirigido a su audiencia  para promocionar la ciudad. Tuve la oportunidad de tener una pequeña colaboración en este reportaje que se rodó  hace ya  10 años. Se compone  de tres partes de unos 15 minutos cada una, que iremos añadiendo al blog cada semana. Una visión  de lo toledano, el patrimonio, la artesanía, el Greco, Sefarad, Tres Culturas… desde una perspectiva diferente y que nos descubre la fascinación que para el turismo japonés ofrece una ciudad cuya complejidad y riqueza en muchas ocasiones quizás no somos capaces de apreciar. Los participantes en este documental hablamos de manera fluida japonés, pero estoy seguro de que esto no es  un impedimento para su disfrute por la estupenda calidad  de las imágenes y la agilidad de su montaje.

Toledo NHK

- USA: desde New York llega el trotamundos Jon Haggins (literalmente!)

Globetrotter Jon Haggins

- UNESCO: la Unesco ha preparado su propio vídeo sobre Toledo, realizado por la NHK (ya los conocemos!). En éste caso, una aproximación desde la figura de El Greco. Interesante la vista de Toledo de éste pintor que se proyecta al inicio, y que los arqueólogos hemos escrutado bastantes veces..

Unesco

- Un proyecto fallido...: desde nuestra ciudad hermanada y tocaya, Toledo de Ohio, se promovió un documental que volviera a hermanar a ambas ciudades, ésta vez en la pantalla. El proyecto de Jacob David y Joel Washing, cuya web sigue en funcionamiento (Two Toledos), se ve que anda escasa de fondos, motivo por el que el proyecto, de momento, se quedó solo en el trailer. Y si aportamos fondos?

Two Toledos Trailer

Lo curioso de éstos reportajes son sus distintos enfoques, qué les llama más la atención sobre la ciudad, qué imagen proyecta su patrimonio...

Y es que no debemos olvidar, que Toledo es Ciudad Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1986!

domingo, 6 de octubre de 2013

Higiene en el siglo XVIII

Durante la intervención arqueológica realizada en el inmueble de la Calle Alfileritos nº 3, al excavar una de las habitaciones de la primera planta para hacer un acceso al sótano, se descubrió que ya existía un antiguo acceso que se cerró definitivamente en el siglo XIX.

El acceso original, del siglo XVI, consistía en una rampa realizada con ladrillos dispuestos de canto, formando una rampa en tres secciones. Este tipo de rampas se empleaban para el ganado, ya que era habitual que en los sótanos se guardase el mismo, contruyéndose pesebreras para su alimentación.

Sin embargo, entre finales del siglo XVII y durante el siglo XVIII, el propietario de ésta vivienda decidió cerrar éste acceso al sótano, tapiándolo, aunque no enterró la rampa del todo. De hecho, realizó una obra que no era común ni posible en todas las viviendas de la ciudad: en una esquina construyó una letrina, que además disponía de una atarjea (un albañal, un alcantarillado de pequeño tamaño realizado con ladrillo) con agua corriente que desaguaba a la calle Alfileritos, que por cierto, entonces discurría casi medio metro más baja de lo que actualmente la vemos.

Sin duda, era un tipo de obra a la que no todo el mundo en la ciudad podía acceder, lo que nos permite pensar que el propietario tenía un buen nivel económico. También podemos deducirlo del estado del inmueble, ya que entre el siglo XVII y XVIII, debido a la crisis económica, era común que las grandes casas con patio se dividieran con tabiques para crear "apartamentos" que se alquilaban, una forma muy común de sobrevivir entonces. No fue el caso de ésta vivienda

Es posible que las nuevas costumbres de la Ilustración, en las que comenzó a tener mayor importancia la higiene urbana, influyesen en ésta poco común decisión.

Esquema de la evolución del espacio entre los siglos XVI y XVIII en dos perspectivas distintas


Imagen de la rampa de ganado original y de la letrina construída sobre ella

Detalle de la letrina

Detalle de la pieza de cerámica vidriada que forma el sumidero


viernes, 4 de octubre de 2013

Una cubierta decorada del Siglo XV en la Calle de la Plata

En el nº 3 de la Calle de la Plata se localiza un amplio inmueble de tres plantas con patio, que se remata con un alto torreón. El inmueble se construyó casi íntegramente en el siglo XV, en un momento de transición de la Edad Media a la Edad Moderna, en el que el Renacimiento comenzaba a hacer su aparición.

En la restauración del torreón que se llevó a cabo por el Consorcio de Toledo en 2002, se restauró la cubierta, una preciosa armadura de par y nudillo (un tipo de artesonado; poco a poco iremos explicando los tipos que hay) con decoración polícroma de tipo Plateresco (decoración que supone la transición entre los motivos medievales y el comienzo de los renacentistas)

El torreón visto desde Calle de la Plata



Fotos generales de la armadura

Detalles de la decoración


Detalle de la decoración inferior

                               

Escudos que se sitúan en la zona inferior. Se desconoce a que familia nobiliaria pertenecen ¿alguien puede ayudarnos?


Durante los trabajos de Restauración, se comprobó que la armadura había sufrido ya una importante restauración, en el siglo XIX! En la misma se cambiaron algunas piezas completas de madera que fueron pintadas imitando los motivos originales y envejecidas con barnices para igualar el conjunto y que no se notasen los cambios.

Sobre ésta vivienda volveremos más adelante, ya que contiene un alto patrimonio de gran interés. 






miércoles, 2 de octubre de 2013

Materiales de la Edad del Bronce en la Plaza de Santo Domingo el Antiguo

Durante la intervención arqueológica que se realizó para la construcción de la actual sede del Consorcio de Toledo, tanto en la excavación del inmueble como en la plaza, se documentaron restos de cerámica de la Edad del Bronce (entre los siglos XVI y XIII a.C.).

Son cerámicas hechas a mano, con una pasta muy basta, con decoraciones incisas a base de líneas, que se realizaban con la pasta fresca antes de cocerla. El color negro se debe a que se cocían en hornos muy rudimentarios.



En la piezas se observan unos pequeños agujeros, denominados "Lañas", que en su día sirvieron para reparar la pieza rota, lo que indicaba la importancia de las mismas y posiblemente que eran de difícil acceso.

Detalle de las "lañas"